Salud Visual

Normas de Higiene Visual

  • Sentarse correctamente con la espalda recta y los pies apoyados en el suelo y los antebrezos apoyados sobre la mesa de trabajo.
  • Mesa y silla adaptado a la altura de la persona (niños, personas altas, etc).
  • La mesa de trabajo debe esar en un plano inclinado de unos 15º-20º
  • Debe haber Iluminación general y otra iluminación local sobre la zona de trabajo pero no directamente sobre los ojos y colocado en una posición que no haga sombra al escribir.
  • La distancia de lectura debe ser adecuada. Ni demasiado lejos ni demasiado cerca. Una buena referencia es situarse a 2 palmos del texto.
  • No coger el lápiz muy cerca de la punta puesto que no se ve lo que se escribe.
  • Al leer o escribir, no mover la cabeza sino los ojos.
  • No adoptar posturas anómalas al realizar tareas visuales (recostado sobre un brazo, cabeza torcida ni inclinada, tumbado y otras similares).
  • Hacer descansos durante la realización de tareas visuales prolongadas. Cerrar los ojos para relajar la musculatura ocular, mirar a lo lejos a través de la ventana, etc.
  • Evitar ver la televisión o pantalla de ordenador o tablet a oscuras.
  • Realizar actividades en espacios abiertos.

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Es física pura. La luz al llegar a una superficie o pasa a través de ella o rebota (se refleja). Normalmente suceden las 2 cosas simultáneamente en distinta proporción. Es por tanto un fenómeno físico inevitable. Al poner una lente delante del ojo se producen múltiples reflejos en la cara anterior y posterior de la lente. Algunos reflejos terminan “rebotados” hacia fuera pero otros salen en dirección al ojo. De esta manera el ojo percibe una imagen real y a la vez varios reflejos indeseables.

Todo esto se hace más evidente cuando trabajamos con luz artificial o cuando tenemos varias fuentes de luz simultáneamente.

Cada persona puede manifestar diferentes cuadros. Desde simple molestia, fatiga visual asociada al uso de las gafas, dolor de cabeza, ojo rojo, sequedad ocular, posturas anómalas para intentar evitar el reflejo principal, etc.
Es una capa que se superpone a la lente para evitar los reflejos producidos por la propia lente.
No todos los tratamientos antirreflejantes son iguales. En función de las características del recubrimiento eliminarán más o menos reflejos. Además los tratamientos antirreflejantes pueden tener otras propiedades como servir de protección contra los arañazos, repeler más la suciedad y el agua o limpiarse con más facilidad. Por todo ello un tratamiento antirreflejante básico no tiene las mismas propiedades que uno de última generación.
La respuesta adecuada es que toda persona que lleve gafas, SIEMPRE debería llevar tratamiento antirreflejante. En niños es especialmente importante porque su ojo está en pleno desarrollo pero de igual modo todas las personas que portan gafas están expuestas a reflejos indeseables si no llevan el tratamiento antirreflejante.
-Reducción de la fatiga visual

-Visión más clara y transparente, principalmente de noche mejorando además el contraste.

-Al ensuciarse menos ha de limpiarse menos alargando así la vida útil de la lente.

-Estéticamente quedan mucho mejor pues la lente es transparente y las personas que le ven a usted no ven reflejos en la lente cuando le miran a los ojos.

En realidad se ensucian menos que una lente sin tratar debido a las características de la capa antirreflejante. En una lente sin antirreflejante la suciedad queda disimulada entre tanto reflejo cuando la miramos. Una lente con antirreflejante al ser mucho más transparente puede hacer más evidente una pequeña suciedad si nos proponemos buscarla.
En indistinto que usemos las gafas 10 minutos o 10 horas al día. Siempre que usamos gafas sin tratamiento antirreflejante estamos recibiendo reflejos indeseables por el mero hecho de poner una lente entre el medio y nuestros ojos.